Si has tenido inflamación o dolor en las articulaciones o músculos, fiebre inexplicable, sarpullido, pérdida de cabello y sensibilización al sol, podrías padecer de Lupus, uno de los padecimientos más complejos para diagnosticar, la cual es una enfermedad crónica autoinmune que puede afectar cualquier parte del cuerpo.
Cuando alguien padece Lupus, su sistema inmunológico, que combate las sustancias ajenas al organismo, se hiperactiva formando autoanticuerpos que atacan a los tejidos y órganos sanos como la piel, articulaciones, riñones, pulmones, incluso la sangre, el corazón y el cerebro se pueden ver afectados.
Debido a la sintomatología, muchas veces se puede confundir el padecimiento con la Artritis Reumatoide o la Esclerosis Múltiple. No existe una prueba específica para diagnosticar el lupus. Obtener un diagnóstico puede ser difícil y puede tardar meses o años. Para su diagnóstico, el médico debe considerar su historial clínico, un examen completo, pruebas de sangre, biopsia en la piel y en los riñones.
La causa de este padecimiento es desconocida. Sin embargo, al tratarse de una enfermedad autoinmune hay distintos factores que pueden influir en el sistema inmunológico y provocar lupus. Se han barajado varias hipótesis, entre ellas la genética y el ambiente. La exposición a la luz solar también podría ser un factor liberador de la patología. De hecho, muchos individuos con lupus tienen fotosensibilidad a los rayos ultravioletas.
Asimismo, las hormonas, en concreto los estrógenos femeninos, pueden ser los causantes de la enfermedad. De hecho, se ha observado que las píldoras anticonceptivos pueden acelerar su aparición en mujeres genéticamente predispuestas.
Dentro de los síntomas más comunes se pueden presentar cansancio fácil, la pérdida de peso inexplicable, la fiebre prolongada que no se debe a ningún proceso infeccioso y alteraciones de la temperatura. Además, el 90% de los pacientes con lupus padecen dolor e inflamación en las articulaciones (artritis) en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más frecuencia.
También es posible que aparezca rigidez articular por las mañanas, así como afecciones en la piel. La lesión más conocida, aunque no la más frecuente, es la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel en las mejilla y la nariz.
Aunque hasta el momento no hay una cura, los síntomas se tratan principalmente con dosis bajas de corticosteroides, antipalúdicos e inmunosupresores, como la Azatioprina, la cual Aspen Labs pone a disposición en el marcado mexicano.
Su médico elaborará un plan de tratamiento para atender sus necesidades con la finalidad de prevenir brotes, tratar los brotes cuando ocurran y reducir el daño a los órganos y tejidos.
También es importante encontrar maneras de lidiar con el estrés provocado por el lupus. El ejercicio y otras formas de relajamiento pueden hacer más fácil el lidiar con la enfermedad. Un buen sistema de apoyo social también puede ayudarle. Este apoyo puede provenir de sus familiares, amigos, grupos comunitarios o de los médicos. Muchas personas con lupus encuentran de gran utilidad estos grupos de apoyo. Además de brindarle apoyo, el participar en estos grupos puede ayudarle a tener más confianza en sí mismo y a mantener una actitud positiva.
Entre los grupos de apoyo más relevantes en México podemos encontrar a la Asociación de Pacientes Reumáticos de México, la Asociación de Apoyo a Niños y Adolescentes con Enfermedades Reumáticas, así como los grupos De Frente Al Sol, El Rostro de la Mariposa y Lucha Contra la Esclerodermia.
Si tienes, o crees padecer, Lupus no olvides acudir con tu médico especialista, quien te acompañará durante tu tratamiento que ayudará a mejorar tu calidad de vida de forma segura. Recuerda evitar la automedicación.
* El autor es Médico Especialista en Medicina Interna, miembro de la Academia de Medicina Interna y Director del Centro Médico Internacional de Diplomados.
Por Dr. José Ezequiel Medina
23 de Agosto de 2014 - 09:35 a.m.
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